Los veracruzanos padecemos desde 2010 una administración estatal incompetente, torpe, corrupta, violenta, soberbia y cínica. El gobierno de Duarte, que estaba destinado según él a convertir a Veracruz en un "estado próspero", ha significado en los hechos: extorsiones, levantones, secuestros, dispendio de recursos públicos, saqueos de las arcas estatales, escándalo tras escándalo que, sin embargo, el gobierno duartista se empeña en ocultar, en negar, en tergiversar o en reprimir.
A nivel nacional e incluso internacional se sabe que JAVIER DUARTE NO PUEDE; es un secreto a voces que el verdadero poder tras el trono sigue siendo Fidel Herrera Beltrán, el tenebroso ex gobernador en cuya administración el crimen organizado se enseñoreó de la entidad. Duarte es sólo un figurín, un guardaespaldas financiero impuesto por el tío Fide para tapar el boquete que dejó en las arcas públicas. Y hasta para eso salió inepto el gober próspero. Mientras él se dedica a proseguir su pachanga sexenal, repartiendo huesos y lana a diestra y siniestra entre sus amigos, a Veracruz se lo está cargando la chingada. Y para muestra, los botones de este blog.
Ya pueden pasar los lectores a horrorizarse con este infierno, el Infierno Jarocho de Duarte.
